Cómo la IA nos devolvió el aburrimiento
Y por qué aburrirse más es clave para la productividad en el trabajo
Hoy, probablemente el mayor desafío a la innovación de las empresas es la incapacidad de sus empleados para aburrirse. Y aburrirse es cada vez más difícil, porque hemos llenado las horas de trabajo de notificaciones, reuniones e emails en cc.
De hecho, un reciente informe de Microsoft revela que, de media, un trabajador de oficina ve su trabajo interrumpido 275 veces al día. Divido entre ocho horas de trabajo, son 34 motivos para perder la atención por hora, más de una distracción cada dos minutos.
Qué ironía que la revelación venga de la mano de los creadores de Microsoft Teams.
En su forma natural, sin tanta interrupción, el cerebro humano desconecta a menudo. Específicamente, un estudio de la Universidad de Lieja revela que el cerebro humano se queda en blanco hasta un 20% del tiempo.
Es decir, que el ser humano pasa uno de cada cinco minutos sin pensar en nada en concreto, simplemente sintiendo. Good vibes only.
Lo realmente interesante es entender cómo este estudio explica el funcionamiento del cerebro humano: para estar atento a algo, el cerebro necesita excitación, algo interesante a lo que prestar atención.
Sin embargo, cuando el cerebro recibe un exceso de estímulos, el resultado es una crisis de ansiedad.
Son precisamente los momentos de descanso los que permiten al cerebro recargar pilas y funcionar mejor, específicamente desarrollar pensamiento creativo.
“No hay nada como el aburrimiento para ponerte a escribir.”
La frase es de Agatha Christie, que escribió 66 novelas y 14 recopilatorios de relatos cortos. Se debió de aburrir bastante, la tía Agatha, pero le cundió el tiempo perdido.
Un último estudio, éste de PWC, proclama que las empresas cuyos empleados utilizan AI incrementan sus ingresos mucho más rápido que aquellas que no lo hacen.
They may say I’m a dreamer, que decía John Lennon, pero es bonito pensar que el secreto de la productividad de la IA no está en lo que hace por nosotros, sino en el tiempo que nos está devolviendo para aburrirnos.
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