Internet vive de la publicidad, y la publicidad se vende en función de la atención de la gente. Es decir, que el contenido en el que mucha gente pasa mucho tiempo es el que genera más ingresos.
Hasta ahí, todo claro.
El problema es que cada vez hay más contenido de mierda. Contenido irrelevante, que no aporta nada, secuestra tu atención y te roba tiempo.
Esto es tan viejo como internet (remember Buzzfeed?) pero es un problema mucho mayor por culpa de la IA: desde que ChatGPT llegó a la red en 2022, el contenido generado por IA se ha disparado más de un +8.000%, según un estudio publicado por Copyleaks.
Ahora, producir y distribuir contenido de mierda tiene un contenido cercano a cero, pero en cambio consumirlo sigue costándonos lo único que no podemos recuperar: el tiempo perdido. Un desequilibrio entre oferta y demanda que nos tiene que inquietar como consumidores de contenido.
Este artículo entra en detalle en el mundo del slop, que es como ya se conoce online a ese contenido que es básicamente el relleno de internet.
Este contenido de usar y tirar está en todos los formatos imaginables: en la música, en los memes, en la prensa, en la publicidad e incluso en el cine y las series que consumimos.
¿Hace cuánto tiempo que no recuerdas una serie inolvidable? Incluso hay quien defiende que Marvel se ha convertido en la mayor fábrica del mundo de slop (al menos hasta que el pasado sábado se anunció el épico anuncio del retorno de Robert Downey Jr. al universo Marvel).
Los propios periódicos, en su desesperación por perseguir dinero fácil mientras creen reinventar su modelo de negocio, tienen secciones enteras dedicadas al clickbait (titulares pensados para que pinches en ellos), normalmente seguidas de enlaces afiliados, que no son más que publirreportajes pagados por marcas como Amazon o Mercadona.
A diferencia del spam, que al 95% cae en la bandeja de email destinada a recogerle (apréciese la ironía) el slop lo consumimos nostros de manera voluntaria, o al menos intencional.
Nadie se dijo nunca “quizás debería pasar más tiempo online” y es por algún motivo: internet está lleno de cosas maravillosas, pero también de mucha basura.
Sonará idealista, pero es la responsabilidad de todos hacer un internet mejor. Primero, de los que crean y distribuyen el contenido. Sólo porque puedas crear contenido y distribuirlo de manera barata no significa que tengas por qué hacerlo. Segundo, de los que pagan la fiesta, anunciantes y agencias de medios, que han inundado internet de publicidad de bajo interés y bajo impacto. Y tercero, de los que consumimos cada día internet, que tenemos que cambiar el chip -como hicimos con las series o la música en su momento- y asumir que el contenido de calidad vale dinero. Si antes se pagaba por El País o El Mundo en el kiosko, ¿por qué ahora no hacerlo online?.
[Ndlr aquí tengo una larga teoría sobre por qué los periódicos deberían dejarnos comprar artículos sueltos en vez de pagar por todo el contenido, pero lo dejo para otro día.]
Porque, al igual que la comida rápida, el contenido basura es barato de producir y satisfactorio de consumir, pero tiene muchos aditivos y es poco nutritivo. También es potencialmente adictivo y, si se consume en exceso, muy peligroso.
Vigilen sus dietas.
Link al post: The Intellectual Obesity Crisis
Señales débiles
Señales débiles es como se denomina en investigación a comportamientos emergentes que pueden convertirse en tendencia mayoritaria.
Las patatas fritas son el termómetro de la comida rápida. La comida rápida es el termómetro de la economía. Y las ventas de patatas fritas van regular.
La gente está sensible con dónde gasta su dinero, y a Chipotle le acaban de pintar la cara en redes sociales por reducir la cantidad de comida pero no el precio.
El último estudio del CIS revela que el 80,4% de españoles se consideran personas felices, frente a un 11,4% que no lo son. Mejor salud y más dinero son las dos palancas de felicidad, por encima del amor. Salud, dinero y amor, in that order.
Por vez primera, en el Oktoberfest habrá una caseta con cerveza sin alcohol.
El 40% del negocio de la consultora McKinsey en 2024 ya procede del uso de Inteligencia Artificial. Hace dos años esta cifra era cero.
Una cosa más
Los Juegos de París ya están a tope y, mientras la alt-right los tacha de woke y anuncia su fracaso inminente, una realidad es incontestable: por vez primera hay tantas atletas femeninas como masculinos.